domingo, octubre 16, 2011

Sólo un vestido y un par de zapatos

Todo comienza por las múltiples visitas a zapaterías y boutiques de vestidos de novia; que si la ceremonia será de día o de noche, en lugar abierto o cerrado, ¿lloverá?, ¿hará buen tiempo?, ¿te mantendrás en tu peso ideal?, ¿perderás algunos kilos o por el contrario ganarás en talla?

Luego además vienen los colores y las telas: blanco roto, blanco natural, color marfil, dupion de seda, micado, gasa, tafeta, organza, entre otras tantas más opciones que se pueden encontrar por ahí.

Y lo mejor de todo viene cuando descubres que esos zapatos son justamente los que querías y que el vestido parece como si fuera hecho exclusivamente para ti y para nadie más, es el vestido ideal, te sientes soñada y con el traje hecho a la medida.

Supongo que a la mayoría de las novias les pasará lo mismo, pero luego, al pasar los años, y para seguir luciendo preciosa con ese vestido y esos zapatos, habrá que acudir al sastre, a la tintorería y al zapatero para que hagan algunos ajustes que lo mantengan todo como al principio.

Yo escogí un dupión de seda marfil claro, y aunque vestí sólo un día así, es un traje y son unos zapatos que quiero llevar para toda la vida.

I was the bride to be but now I'am the wife of the perfect partner of my life, my handsome-funiest-and-perfect husband.