miércoles, febrero 27, 2008

Un cuadro perfecto

Después de algunas semanas de intenso estudio, el día que presentamos el examen final mi cabeza sólo tenía una idea clara: terminar lo antes posible, coger las bicis y perdernos en el campo.

Ese día dejé el Ipod porque teníamos que platicar y escuchar lo que nos dirían el cielo y los campos de trigo. Una vuelta, otro vuelta; arriba, abajo; cuidado con el nopál; enfrente un perro, luego ese castillo; llegamos a la bajada empinada; el viento en la cara, abrir los brazos; a la derecha, verde; a la izquierda, verde....

Nos metimos por una vereda, comenzaba el atardecer... El cielo azul se pintó de colores: morado, verde, violeta, naranja, dorado, rojo... Al llegar al lago se antojaba una buena foto (ese día había olvidado la cámara, 'será para el próximo curso'...)

Y seguimos andando, me agoté porque el campo comenzaba a empinarse y llegó un momento en que parecían congelarse las manos, los pies y el cielo. Era un cuadro perfecto.

Comenzaba a anochecer y aun nos faltaba camino que recorrer para llegar al punto de partida. Por un momento creí que nos perderíamos en el campo sin gente y sin luz. La luna y las estrellas estarían allí y uno que otro bicho más. Sentí miedo...

Al fin llegamos.

Ayer me acordé de ti. Tendrías que ver estos caminos y estos paisajes. A la ida el cielo pintado de colores, al regreso la noche y la luna...

Ahora siempre que de esos paseos en bici me acordaré de ti. Y tu..., no pierdas esa costumbre ;-)



martes, febrero 26, 2008

Me gusta

Me gusta caminar y que el viento me roce la cara,
es sentir que me abrazas, me besas, me amas.

Me gusta pisar las ojas secas,
es sentir tu reproche, tu celos, saber que me amas.

Me gusta ver las estrellas en la noche,
son tus ojos parpadeando, son diamantes que no acaban;
sé que me amas.

Me gusta caminar descalza en el pasto,
y sentirte tan cerca y tan dentro porque me amas.

Me gusta toparme una flor en el camino,
cortarla, olerla, ¿me la regalas?

Me gusta la selva, el aire fresco, tu amor sincero.

Olvido el cautiverio, te quiero a ti, no el encierro.

patzarella poems

jueves, febrero 21, 2008

Mis 5 estatuillas de la semana pasada...

Después de seis semanas de intensa convivencia había que premiar a los nominados. Nadie recibió precisamente una estatuilla -auque más de uno querrá algún día cubrir el glomouroso evento...- En fin, los nominados fueron muchos y yo hoy presumiré mis estatuillas:

Primero van los premios ganados en equipo. Gracias a Itzel, Gerardo, Mariana y Sergio la CFA (Confederación de la Fila de Atrás) fue acreedora a un siper listo para cerrarse y evitar que las instructoras escuchen en un futuro nuetra melodiosa voz (jiji)

El premio a la Einstein femenino fue para Diana, qué bien merecido se lo tiene después del doctorado; para Mariana, que me gana por mucho en su conociemiento de las leyes internacionales y manejo del idioma; y para mi, que no tengo nada de Einstein (si acaso será por el corte de pelo..., jeje)

Luego un premio vergonzoso: el Big Ben.., y no precisamente por vivir puntualidad inglesa... Pero ya verán, llegará el día en que usaré reloj y tendré un helicóptero para llegar on time a cualquier parte, y no importa que sea de norte a sur o de este a oeste y menos que sea en medio del tráfico.

Un signo de interrogación a la más preguntona y no sé por qué..., mmm...

Y una caja de tes (serenate) para que duerma..., creo que de verdad mis ojeras me delatan... Ya dormiré, seguro, algún día tendré que dormir...

Un beso a todo el equipazo y espero se acuerden de mi cuando sean famosos periodistas ;-)

Y qué viva la CFA !!!



miércoles, febrero 13, 2008

3 amigos y una historia


Dicen que las mujeres somos difíciles de comprender, que un día queremos una cosa y al otro la contraria... ¿Cómo entender a una mujer? Yo me pregunto más bien ¿cómo entender a un hombre?
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Hoy quiero escribir para darle las gracias a tres amigos a los que quiero mucho (y estoy segura que ellos a mi también...). La vida nos llevó por caminos que ninguno de los tres habíamos imaginado y las historias de cómo nos conocimos son tan variadas como ellos y yo.
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Uno es bastante serio pero yo sé que en el fondo se ríe (muchas veces de mi...). Le tengo una confianza especial para decirle cualquier cosa que se me pase por la cabeza. Me ha visto enojada, eufórica y hasta llorando; siempre tiene un buen consejo. Dice que es "metiche", pero eso no es verdad y si lo fuera... ¡gracias por ser metiche, no dejes de serlo!
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Un día me regaló una pulsera que guardo con especial cariño; otro, me dejó bien plasmado su autógrafo... (cuando sea famoso lo subastaré en ebay, jeje).
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Le deseo la mejor de las suertes porque lleva un gran proyecto sobre los hombros. Y le pido perdón por todas mis imprudencias...
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El segundo escribe muy bien y me hace pensar cada que "hablamos". Digamos que nuestra amistad se ha construido con cartas en las que nos confiamos los más locos debrayes sobre el ser y la existecnia. A él le dije que cuidaría su tesoro, no quiero defraudarlo y me esmeraré mucho en ello.
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Le gusta escribir y lo hace muy bien, además no deja pasar desapercibidas mis "charcas" ortográficas y redaccionales, a veces me confunde con el uso de la coma y los acentos pero lo que más me gusta es que me hace reflexionar en cosas que dejaría en el olvido si no fuera por él.
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Tengo dos libros pendientes y otros temas más que, cuando llegue el momento, ya "dialogaremos". Hace poco me dijo que tenemos modos distintos de sentir y que me quede tranquila... ¡Eso lo sabía, pero lo dijiste tan bien que no podía quedármelo yo! Ya ves, soy "una niña confiada"...
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El tercero me hace reír muchísimo. Es experto en romper las reglas y tiene un gran corazón. Puedo decir que está loco y es justo esa locura la que lo constituye en ciudadano del mundo. Para él la vida es muy sencilla porque sabe disfrutarla y si se preocupa por algo es por ver una sonrisa en el rostro de los demás.
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De él he aprendido infinidad de cosas, desde las más superficiales hasta las más profundas. Con su palabra dura y llena de cariño más de una vez me ha hecho llorar, aunque la mayoría de las veces sé que no lo nota. No sé si algún día podré pagarle todo lo que le debo...
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Recuerdo el día que lo conocí..., estaba sentada frente a él mientras le pedía algo que no era para mi... Ese día empezó una amistad que estoy segura durará toda la vida ;-)
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................................arrivederci ragazzi,
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.....................................................................la vostra sorella.
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sábado, febrero 09, 2008

cero importancia



Aquella tarde de cotidiana aburrición laboral se prolongó conversando con una colega. Casi una amiga diríamos. Llegados a un cierto punto, ella le dijo, con cierto tono de normalidad, como para quitarle importancia, que la habían difamado.

"Seguramente", pensó su colega, "no será nada serio, pues con ese tono desenfadado, no puede ser nada serio". No es que fuera un chisme ni mucho menos. Era simplemente que uno iba diciendo cosas por ahí, cosas de ella que no eran ciertas y eso "grrrr!", gruñía ella, como para darle énfasis a su enojo, -la hacía rabiar.

Luego, como para cumplir con la costumbre, lanzó la esperada pregunta: "¿Qué hago?". Colega o no había que dar una opinión, es la costumbre y nadie quiere quedar como idiota ante el SOS sentimental. Una respuesta había que dar, aunque si, a decir verdad, por esos días no tenía excedente de neuronas. Y bueno, bajo la presión de las circunstancias dio su opinión.

Han pasado unas horas y una rara chispa de lucidez se ha hecho presente. Es así, debía haberlo pensado antes, tenía que haberlo captado al vuelo. En toda aquella conversación y en la subsiguiente opinión, había un agujero nebuloso.

Pero, vamos, para no dejar todo en oscuridad, digamos de una vez en qué consistía la susodicha difamación: Resulta que Merngana se había enterado por Sutana, que Fulana le había dicho que Perengano había comentado que Mengana lo había llamado para decirle una cosa cierta. Pero falso es que Mengana hubiese hablado con Perengano. Y eso -¡grrrr!, la enojaba-. Cabe repetir, sin embargo, que todo esto no era chisme, ni de cerca. Era un clamoroso caso de difamación. "Pero, ¿era esto así?", se preguntaba.

Con lucidez o sin ella, había caído en la cuenta que si fuera periodista de prestigio no se hubiese dejado engañar tan fácilmente. Pero no lo era, y sólo horas después se dio cuenta de que había formulado un cauce de acción, omitiendo un paso que no se debe omitir jamás: la comprobación de los hechos. ¿Había sido todo como decía Sutana? ¿En verdad Fulana había dicho esto o aquello? ¿Es cierto que Perengano comentó aquello?

La respuesta se le quedó en el aire. Y quizás no valga la pena averiguarlo, pues como le dijo su colega desenfadadamente, "este es un tema de cero importancia".

ps espero no me mates por postear esto :-)

jueves, febrero 07, 2008

No sé escribir

Después de una clase de reglas sobre el uso de la "g" y la "j" me llamó a su escritorio. Ella es experta en lenguaje y redacción. Me dijo que soy buena, que tengo talento, que puedo llegar lejos, pero que tengo un gran problema.

-Redactas muy mal.

Gracias a Dios he desarrollado cierta tolerancia a la frustración, pero estuve a dos de sentarme a llorar porque descubrí que hago mal una de las cosas que más disfruto en esta vida: escribir.

Y me contó una anécdota:

Cuando era profesora de una escuela pública le daba clases a niños muy pobres. Había uno muy inteligente, se llamaba Hugo. Decidí llamar a su mamá para decirle que su hijo tenía un gran talento. La madre no entendió muy bien y quedó bastante indiferente con la noticia; entonces tuve que decirle que le había entregado una maleta con 5 mil dólares, que había dos opciones: o aprovechaba eso y lo invertía, o lo tiraba a la basura. Así es su hijo; si quiere puede llegar muy lejos, si no, será un excelente ladrón porque listo es. Y usted no podrá decir es qué nadie le dijo. Ya lo sabe.

- Así tú. Ya lo sabes. Tienes talento y eres muy buena, pero tienes que aprender a redactar. Cuando te leo me atrapan tus ideas, pero me distrae tu mala redacción. Si quieres puedes llegar muy lejos y no puedes decir que nadie te dijo. De aquí para adelante lo que tú hagas depende de tí.

Le dije que me enseñara a redactar que quería aprender. Me gusta.

(Lo cuento porque seguro a más de uno servirán estos consejos, y a mi de catarsis y desahogo, jaja)

1. Sabes lo que hay que decir, el ángulo, la nota, escribe como se te vengan las ideas.
2. Déjalo reposar, ve a otras cosas y después regresa al texto.
3. Dale una primera leída y corrige faltas de ortografía.
4. Después vuelve a leerlo y jerarquiza, dale estructura.
5. Reflexiona.

Terminó diciéndome que soy buena y que por eso estoy allí. No puedo decir que me sentí bien, me sentí fatal, pero como bien me aconsejó el primer paso para superar nuestros errores es reconocer que los tenemos.

Muchas gracias, es de las mejores cosas que me han dicho este año. Ahora sé por dónde trabajar ;-)



martes, febrero 05, 2008

Una carta entre muchas...

No quería escribirte. Evitaba el momento de plasmar las ideas en el papel. Me sentí obligada. Tomé la pluma y dos o tres hojas. Las ideas estaban claras. Te dije no quiero, pero parece lo más conveniente. Te expuse muchas de mis dudas, inquietudes, inconformidades.

Te escribí a ti, ¿y quién me respondió? Fue una carta personal y una respuesta colectiva, impersonal. Hoy siento decepción. Cuando me preguntaron qué esperaba no dije nada. Lo que esperaba no llegó, ahora no quiero nada.

Los días pasaban y tu respuesta no llegaba. El silencio se extendió por meses. Hasta llegué a olvidar que también recibiría una carta. ¡Qué ingenua fui! Lo tenía bien experimentado -intuición tal vez-, pero quise volver a confiar...

Gracias por tu silencio. Gracias por los cabos sin atar. Gracias por una respuesta sin rostro y sin nombre. Hoy lo que siento es decepción. Decepción de ti.

¿Por qué tanto afán para que te escribiera?, ¿por qué tantas sugerencias de lo que te diría?, ¿realmente leíste esa carta? No parece o al menos no me lo creo. En una corta experiencia las palabras se las lleva el viento y la letra escrita trasciende en el tiempo. ¿Querías proteger tus intereses y dejarme indefensa?

Lo que yo te dije, si acaso lo conservas, trascenderá en el tiempo; aún cuando tu y yo dejemos esta tierra que pisam0s. En cambio "la respuesta" que me diste -que me dieron por ti-, es un grito en el vacío. Lo siento, no puedo escucharte.

¡Ojalá me leyeras!, ¿pero de qué serviría? Es como en todo, los hombres la regamos. Dicen que la guerra antes era más humana porque se peleaba de frente y se podía matar al contrincante viéndolo a los ojos; ahora no, ahora son impersonales, se lanza una bomba no importando quién caiga.

No estoy hablando de una guerra contigo. Sería perder el tiempo. ¡Pero cómo se ha pasado esa estrategia a otros "campos de batalla"! Además aún queda algo de simpatía...

Al menos sé que hice lo que debía. Tu respuesta quédatela tú. Podrías haberte ahorrado tiempo, idas y venidas; recados y mensajes. Y yo un poco de corazón.

No me malinterpreteis (como diríais) por decir lo que digo. Es tan sólo un modo de expresar algo que quien pueda entender entenderá. Ahora o luego, no importa. Llegará un momento tal en que la verdad se admirará en todo su esplendor y no valdrá más decir nada.

Me obligaste a escribir, yo no te obligaré a hacer lo mismo. Sé que te vale lo que a mi tu respuesta.

Deseos de cosas imposibles




Remedios Varo, Mujer saliendo del psicoanalista

¡Me callo porque es más cómodo engañarse! ¡Me callo porque ha ganado la razón al corazón!

Igual que el mosquito más tonto de la manada yo sigo tu luz aunque me lleve a morir, te sigo como les siguen los puntos finales a todas las frases suicidas que buscan su fin. Igual que el poeta que decide trabajar en un banco sería posible que yo en el peor de los casos le hiciera una llave de judo a mi pobre corazón haciendo que firme llorando esta declaración: Me callo porque es más cómodo engañarse. Me callo porque ha ganado la razón al corazón. Pero pase lo que pase, y aunque otro me acompañe, en silencio te querré tan sólo a tí. Igual que el mendigo cree que el cine es un escaparate, igual que una flor resignada decora un despacho elegante, prometo llamarle amor mío al primero que no me haga daño y reir será un lujo que olvide cuando te haya olvidado. Pero igual que se espera como esperan en la Plaza de Mayo procuro encender en secreto una vela no sea que por si acaso un golpe de suerte algún día quiera que te vuelva a ver reduciendo estas palabras a un trozo de papel. Me callo porque es más cómodo engañarse. Me callo porque ha ganado la razón al corazón, pero pase lo que pase, y aunque otro me acompañe, en silencio te querré tan sólo me callo porque es más cómodo engañarse. Me callo porque ha ganado la razón al corazón, pero pase lo que pase, y aunque otro me acompañe, en silencio te querré, en silencio te amaré, en silencio pensaré tan solo en tí.