martes, febrero 05, 2008

Una carta entre muchas...

No quería escribirte. Evitaba el momento de plasmar las ideas en el papel. Me sentí obligada. Tomé la pluma y dos o tres hojas. Las ideas estaban claras. Te dije no quiero, pero parece lo más conveniente. Te expuse muchas de mis dudas, inquietudes, inconformidades.

Te escribí a ti, ¿y quién me respondió? Fue una carta personal y una respuesta colectiva, impersonal. Hoy siento decepción. Cuando me preguntaron qué esperaba no dije nada. Lo que esperaba no llegó, ahora no quiero nada.

Los días pasaban y tu respuesta no llegaba. El silencio se extendió por meses. Hasta llegué a olvidar que también recibiría una carta. ¡Qué ingenua fui! Lo tenía bien experimentado -intuición tal vez-, pero quise volver a confiar...

Gracias por tu silencio. Gracias por los cabos sin atar. Gracias por una respuesta sin rostro y sin nombre. Hoy lo que siento es decepción. Decepción de ti.

¿Por qué tanto afán para que te escribiera?, ¿por qué tantas sugerencias de lo que te diría?, ¿realmente leíste esa carta? No parece o al menos no me lo creo. En una corta experiencia las palabras se las lleva el viento y la letra escrita trasciende en el tiempo. ¿Querías proteger tus intereses y dejarme indefensa?

Lo que yo te dije, si acaso lo conservas, trascenderá en el tiempo; aún cuando tu y yo dejemos esta tierra que pisam0s. En cambio "la respuesta" que me diste -que me dieron por ti-, es un grito en el vacío. Lo siento, no puedo escucharte.

¡Ojalá me leyeras!, ¿pero de qué serviría? Es como en todo, los hombres la regamos. Dicen que la guerra antes era más humana porque se peleaba de frente y se podía matar al contrincante viéndolo a los ojos; ahora no, ahora son impersonales, se lanza una bomba no importando quién caiga.

No estoy hablando de una guerra contigo. Sería perder el tiempo. ¡Pero cómo se ha pasado esa estrategia a otros "campos de batalla"! Además aún queda algo de simpatía...

Al menos sé que hice lo que debía. Tu respuesta quédatela tú. Podrías haberte ahorrado tiempo, idas y venidas; recados y mensajes. Y yo un poco de corazón.

No me malinterpreteis (como diríais) por decir lo que digo. Es tan sólo un modo de expresar algo que quien pueda entender entenderá. Ahora o luego, no importa. Llegará un momento tal en que la verdad se admirará en todo su esplendor y no valdrá más decir nada.

Me obligaste a escribir, yo no te obligaré a hacer lo mismo. Sé que te vale lo que a mi tu respuesta.

10 comentarios:

Néstor dijo...

Yo no lo entiendo y me alegra, porque significa que no va conmigo. Pero ay de aquel a quienes van dirigidas tus palabras. Ay.

María dijo...

¿yo te entiendo? espero que no, porque si va de lo que a mi me parece que va... no creo que tengas razón... no sé, necesitaría un nombre para saber si hablas de lo que creo que hablas... y decirte lo que pienso. De todas formas aprovecho para mandarte un beso fuerte!

patzarella dijo...

¡Qué va! Es un cuento corto. Intento de una reflexión -o reflejo de una reflexión- sobre la comunicación verbal y escrita. Y me parece que la comunicación escrita trasciende más u con mayor fuerza que la comunicación verbal. Lo que se escribe queda para siempre y lo que se dice no hay modo de comprobarlo.

un beso a los dos !!!

El Justo Medio dijo...

¿La palabra escrita es más fuerte que la hablada? A veces.
Lo que se dice, si se dice en vivo y a todo color, tiene la fuerza de quien le dice algo a alguien a quien tiene presente. La comunicación en presencia del otro, tener al otro enfrente y decirle de cosas, no es nada sencillo, la presencia de la persona es mucho más fuerte que cualquier carta. Por eso a veces da más miedito decir las cosas a la cara: encontrar al otro realmente, físicamente, implica una responsabilidad que el papel (y lo mensajitos y el messenger y el mail) elimina.

patzarella dijo...

Justo medio: ¿Y cuándo no es posible tener una comunicación cara a cara? Es verdad que ver a los ojos y decir las cosas tal cual se piensan es lo más sincero que hay, pero sólo los interlocutores se quedan con el contenido de la comunicación. Queda en sus memorias y no hay ninguna "prueba" más que su palabra dada...

Anónimo dijo...

No se, porque después de leer el post de obdc me suena todo ligado a esta carta. Será porque supe de muchas así y será porqué yo tuve la mia. No lo sé. Quizá es solo mi idea de ti y de tus circunstancias. U Know what i mean, don't you?

UN abrazo fuerte,
R.Tobias

fer talayero dijo...

me suena tan familiar, sera que tengo la costumbre de expresarme mejor mediante una pluma y un papel. es una realidad que una charla tiene toda la fuerza, pero jamas sale todo, por proteccion, por el que dira, por no lastimar mas, o porque seguramente se te olvido comentar ese punto.
he escrito miles de cartas, y entre mas cartas, mas vulnerable, porque la pluma se deja ir y no hay obstaculos que me detengan.
no se que sea mas fuerte. a unos se nos facilita solo una cosa. y a muchos otros .. la otra.
que mas da que se utilice, el chiste es dejar huella expresandote a sabiendas que lo que escribiste o dijiste fue sincero, real y esto ocasiono un descanse al corazon.
saludos

patzarella dijo...

rafa: ¿y qué sabes tu?, jaja
nada que yo te haya contado...
so ;-)

fer: me alegra que escribas muchas cartas !!! Yo tb soy "vulnerable" escribiendo..., digamos que en cada letra va un trozo de mi..., me gusta y no pienso dejar de hacerlo. Y lo que es más, me fascina releer las cartas de mis amigas, esas que están escritas en papel, de puño y letra, que se estropean con el tiempo y que te hacen recordar miles de cosas... Me gusta conservar las cartas !!!

Anónimo dijo...

Te leí y entendí a que te refieres. No se sabe si esa carta es leída por el destinatario y por lo mismo, no se sabe si realmente el destinatario contesta.

A fin de cuentas, esa carta y la de muchos otros parece que se va al vacío y por lo mismo las respuesta indirectas son la decepción de muchos.

Unos la querían escribir con tal urgencia y decisión que no esperan respuesta. Lo malo y decepcionante es para alguien que no la quería escribir, que la forzan a ello para después no contestar directo, sino por un intermediario desconocido. Decepciona a cualquiera... pero creeme, esta decepción pasa y después se ve que hay cosas mas importantes en esta vida que una simple carta.

Anónimo dijo...

Sí. El trago amrgo ya pasó. Por lo que se lee, bastante amargo.
Lo que viene es lo mejor para tí.
Tú vales mucho.Eres maravillosa.
El fin sigue siendo el mismo.
Los medios serán los que El disponga.
Perdona y olvida.
Mereces ser feliz.
Con el cariño de siempre de Patircia.