lunes, marzo 16, 2009

Sólo queda el nombre, AVI se fue.


Avi, había una vez un ave.
Un ave que dijo mentiras,
mentiras y nariz grande.
Grandes orejas tenía.
Tenía un elefante,
¡un elefante!, avi.

1 comentario:

Roma dijo...

Si gloriari oportet, quae infirmitatis meae sun gloriabor (yo también y todo mundo). Pero lo que sigue es lo mejor: DEUS SCIT QUOD NON MENTIOR! (la cita está en 2Co 11,30)

Cuestión: plantearse serenamente el sentido y leer hasta el final la respuesta.

¿Hay alguien que pueda sacar el bien,
donde sólo se ve, se percibe, se siente y desgarra el sufrimiento?
Sólo desde quien todo toma constantemente su arranque.

El amor verdadero es el que comienza deespués de la decepción.

¿Hay algo que hayamos perdido?
Depende de cada uno.
Yo creo que no.