lunes, febrero 16, 2009

Ciao

La tarde se prolongó hasta el  momento de decir adiós. Y quizá te diste cuenta de lo torpe que soy para las despedidas. No me gusta ese momento que separa a las personas que se aman. 

Esta vez te dije "Ciao" un poco confundiendo el saludo con el momento de partir, y me quedé con las ganas de besarte las manos y sentir lo curtidas que seguramente las tienes de tanto "picar piedra".

Y lloré por tu culpa, porque me has "domesticado" y sólo el tiempo me dirá cuándo he de volverte a ver.

Pero te debo una comida y muchas cosas más que cumpliré mientras el Tiempo me siga dando tiempo...

1 comentario:

zocadiz dijo...

a mi tampoco me gustan esas despedidas.
esta bueno que aproveches el tiempo, sana virtud.