martes, marzo 01, 2011

Una experiencia de venta


La premisa de "al cliente lo que pida" está cada vez más en desuso, o así me pareció estos días.

Me fastidia, que siendo una fanática de las relaciones públicas -por profesión-, y una amateur de la mercadotecnia -por gusto, hobbie y algo de carrera-, haya quienes que por arrogantes y pagados de sí se esfuercen tan parcamente de ofrecerme sus productos y/o servicios.

A las preguntas ¿qué me ofreces tu qué no me den los otros?, ¿cuál es tu promesa de venta?, y ¿por qué habría de elegirte a ti y no a los demás? se quedan mudos y tartamudean.

Hoy me topé con uno arrogante y con otro tan porfiado de sí que mi mente comenzó a cabildar en favor del que había visto un tiempo antes: un joven de veintitantos años, con ideas frescas, y explicaciones claras.

Entre sus virtudes encontré la de no hablar mal de la competencia, cosa que los otros sí hicieron, y la de dedicarme el tiempo necesario para armar el paquete que estamos buscando.

¿Te parece si nos quedamos con él? (el de la foto de arriba...)


1 comentario:

Néstor dijo...

No sé porqué, perocreo que estaba elegido desde el principio, jeje