domingo, octubre 16, 2011

Sólo un vestido y un par de zapatos

Todo comienza por las múltiples visitas a zapaterías y boutiques de vestidos de novia; que si la ceremonia será de día o de noche, en lugar abierto o cerrado, ¿lloverá?, ¿hará buen tiempo?, ¿te mantendrás en tu peso ideal?, ¿perderás algunos kilos o por el contrario ganarás en talla?

Luego además vienen los colores y las telas: blanco roto, blanco natural, color marfil, dupion de seda, micado, gasa, tafeta, organza, entre otras tantas más opciones que se pueden encontrar por ahí.

Y lo mejor de todo viene cuando descubres que esos zapatos son justamente los que querías y que el vestido parece como si fuera hecho exclusivamente para ti y para nadie más, es el vestido ideal, te sientes soñada y con el traje hecho a la medida.

Supongo que a la mayoría de las novias les pasará lo mismo, pero luego, al pasar los años, y para seguir luciendo preciosa con ese vestido y esos zapatos, habrá que acudir al sastre, a la tintorería y al zapatero para que hagan algunos ajustes que lo mantengan todo como al principio.

Yo escogí un dupión de seda marfil claro, y aunque vestí sólo un día así, es un traje y son unos zapatos que quiero llevar para toda la vida.

I was the bride to be but now I'am the wife of the perfect partner of my life, my handsome-funiest-and-perfect husband.

miércoles, julio 13, 2011

Una canción para mediados de Julio

Si no hay mucho que agregar, si a veces estás arriba y otras abajo, si van y vienen, se pierden, te encuentran; si lloras y estás triste, si te quieren y te odian, si no le importas; si está bien o si está mal..., porque lo que parecía difícil ya no representa dificultad...


Si no hay mucho que agregar, si a veces estás arriba y otras abajo, si van y vienen, se pierden, te encuentran; si lloras y estás triste, si te quieren y te odian, si no le importas; si está bien o si está mal..., porque lo que parecía difícil ya no representa dificultad...




Si no hay mucho que agregar, si a veces estás arriba y otras abajo, si van y vienen, se pierden, te encuentran; si lloras y estás triste, si te quieren y te odian, si no le importas; si está bien o si está mal..., porque lo que parecía difícil ya no representa dificultad...

miércoles, marzo 02, 2011

La columnaria o de mundos y mares


Desde el principio, las civilizaciones han utilizado medios de cambio y rudimentos económicos que a lo largo de la historia evolucionaron a lo que hoy conocemos como monedas y billetes, y aunque suene a clase de primaria y todo mundo lo sepa, hubo un tiempo en que el valor nominal de esas monedas coincidía con el valor real, luego no, eso cambió y ahora incluso tenemos nuestras reservas en dólares.

En México, los indígenas tenían un sistema de trueque, como el uso del cacao y las mantas de algodón entre otros, que poco a poco se fue modificando con la llegada de los españoles quienes introdujeron la moneda a las Indias.

Desde la época colonial, durante los reinados de los de Asturia y los Borbones, se utilizaron las monedas virreinal, macuquina, columnaria y de busto; durante la Independencia, hubo monedas tanto en el periodo Realista como en el Insurguente; los imperios de Iturbide y Maximiliano también acuñaron su rostro y escudos; y durante la época de la República y la Revolución hasta la actualidad, no han dejado de acuñarse monedas en México.

De todas, hay una que llamó especialmente mi atención. Se le conoce como "columnaria" y circuló durante la época de la Colonial, de 1732 a 1771 aproximadamente, es una moneda en plata que lleva al frente el escudo de armas de España coronado y la leyenda "PHILP V D G HISPAN ET IND REX" que quiere decir "por la gracia de Dios rey de España y de las Indias".

En el reverso, dos globos terráqueos que representan los hemisferios oriental y occidental, se encuentran enmarcados por las columnas de Hércules que emergen del mar que separa a Europa de América, con el lema "PLVS ULTRA", lema nacional de España que significa "más allá", y una corona que los une.

Finalmente se puede leer la leyenda "VTRA QUE VNUM", "ambos son uno", resaltando la unidad entre ambos territorios.

Sí, me gusta.

martes, marzo 01, 2011

Una experiencia de venta


La premisa de "al cliente lo que pida" está cada vez más en desuso, o así me pareció estos días.

Me fastidia, que siendo una fanática de las relaciones públicas -por profesión-, y una amateur de la mercadotecnia -por gusto, hobbie y algo de carrera-, haya quienes que por arrogantes y pagados de sí se esfuercen tan parcamente de ofrecerme sus productos y/o servicios.

A las preguntas ¿qué me ofreces tu qué no me den los otros?, ¿cuál es tu promesa de venta?, y ¿por qué habría de elegirte a ti y no a los demás? se quedan mudos y tartamudean.

Hoy me topé con uno arrogante y con otro tan porfiado de sí que mi mente comenzó a cabildar en favor del que había visto un tiempo antes: un joven de veintitantos años, con ideas frescas, y explicaciones claras.

Entre sus virtudes encontré la de no hablar mal de la competencia, cosa que los otros sí hicieron, y la de dedicarme el tiempo necesario para armar el paquete que estamos buscando.

¿Te parece si nos quedamos con él? (el de la foto de arriba...)


jueves, febrero 10, 2011

Paréntesis feliz

Antes de continuar con la historia sobre mi redacción frustrada tengo que hacer un par de aclaraciones. Ni es todo gris y aburrido, ni estoy en un hoyo que me asfixia y provoca gritos ahogados. (Me refiero al tema de haber abandonado el trabajo de mis sueños. Punto.)

Lo cierto es que de un tiempo para acá mi vida dió un giro de 360 grados y ahora soy feliz, no es que no lo fuera antes, pero mis maneras de expresarlo estaban bastante limitadas y como que me faltaba algo (aquí entre nos lo que realmente me faltaba era alguien...).

Desde finales del 2007 nos conocimos, lo enamoré (jaja), y me conquistó. Hizo que me convirtiera en una trotamundos para buscar sus pasos; y un buen día, en un rinconcito de un color especial, de aroma a incienso y azahar por el despertar de la primavera, en la ciudad donde se encuentra la catedral gótica más grande del mundo (no, no fue en París, sino en Sevilla), ahí, me declaró su amor eterno.

Los ojos se me pusieron cuadrados (...), hum.., no, redondos como platos, ¿y blancos?, más bien creo que adquirieron un brillo a diamante (ok, ok, ok, un brillo a diamanteS) y..., bueno, luego se empañaron de felicidad mientras mi boca atropellaba mis pensamientos por la sorpresa: Sí... Quiero.

Y como el tiempo pasa inexorablemente y los preparativos son unos y otros, ayer compré (bueno, realmente lo compró él...) un traje precioso con el que le volveré a decir lo mismo pero frente a un montón de gente (¡ay!, ¡qué nervios!)

Duppion. Seda. Marfil. Claro.

¡ESTOY FELIZ!


miércoles, febrero 02, 2011

Tengo la sensación de haber errado...

Supongo que las cosas comenzaron cuando sentí la necesidad de darle rienda suelta a mi subconsciente para plasmar ideas inconexas en un par de libretas -incluso puede ser que sean más de dos-, en fin, un par de libretas o más que aún conservo.

Luego me topé con la maravilla de los blogs, ahí no sólo escribía sino que descubrí que había otros para quienes mi sandez resultaba interesante (me leían, ¡vamos!).

Es como una especie de adrenalina: pensar cualquier cosa, ponerla en blanco y negro, publicarla -sí, publicarla-, saber que otros te leen y prestar atención a sus comentarios, a los que les guasta, a los que no, los que te critican o te motivan. Así es esto, escribir y ser leído genera adicción.

Esto lo descubrí con el paso de los meses y los años. Y ¡zas!, cuando tuve la oportunidad, una oportunidad de oro, una oportunidad real, lo dejé ir. Lo dejé ir, se me fue de las manos, I gave it up! Renuncié.

(Continuará...)