Un colorido de techos rosas y amarillos aguardan sigilosamente la llegada del miércoles. Así, se instala, a las afueras de la delegación Iztapalapa, uno de los tianguis más grandes del Distrito Federal: El Salado.
Cada semana hay camiones que descargan el "preciado tesoro", al menos así lo explica Pedro, quien aguarda para recoger una o dos pacas de ropa. Hay que verlas: gordas, arrugadas, sucias, malolientes; son 300 prendas que compran entre 5 mil y 6 mil pesos para luego venderlas a los transeuntes.
Trescientas prendas de ropa que venderán, las más baratas a 5 y 10 pesos, y las más caras a 150 pesos. La ropa se clasifica según su procedencia. La número 1 es la más "nice", bien cuidada, "buena marca"(como Banana Republic, Talbots, Ann Taylor, Gap, Liz Clairbone y mas), lavada y planchada. La clasificación llega hasta el número 4. Y así va de lo "más caro" a lo "más barato".
No sólo se encuentra ropa de paca. En un puesto de 20 por 30 centímetros un joven que tiene una cicatriz en la mejilla izquierda vende perfumes que "con mucho trabajo", dice, sustrajo de tiendas departamentales como Liverpool y Sanborns. Aquí los da a 100 pesos, allá cuestan 800 y 900.
Más adelante se ve un puesto de pinturas. Cubetas verdes, rojas, naranjas, azules, amarillas. Todos los colores que pueda alguien imaginar y que podrá comprar a sólo 150 pesos la cubeta. ¡No más casas sin pintar!
Y hay más. Si uno se adentra por las calles del mercado puede encontrar algunos animales a la venta. Hay esculturales gallos de pelea por 650 pesos y cachorros dálmata por 450.
--Llévelo, llévelo. --Bara, bara. --Discos originales por 40 pesos.Hay un puesto donde se encuentran CDs originales y "nuevecitos" de Soda Stereo, Maná, el Trí, María Calas y Garbage, entre otros. El joven que los vende en cínica actitud dice que son robados, que es un trabajo difícil porque hay que pagarle a los "ratones" (hablando de ladrones y haciendo referencia a Ratatouille) y también hay que pagarle al que cuida y al que hace el "boquete". "Nosotros tenemos", dice, "lo que se le pierde a Mix Up".
Y para los fumadores hay cajetillas de cigarros directas de Cuba. A tan sólo 10 pesos una simpática señora, que rebasa los 60 años, las vende en una bolsa azul, de plástico, de esas que se usan para ir por el mandado. Si uno va por cigarros la encuentra, si no, no.
Se venden hasta salas y lavadoras viejas. Todo es de "segunda mano" y los ríos de gente van y vienen de un lugar a otro. Probablemente no aguantarán demasiado tiempo en un lugar donde el sol quema y los aromas van de la nariz al estómago... Huele a ropa vieja y sucia, huele a tepache, huele a quesadillas con mucha grasa, huele a polvo, en fin, allí ¡huele!
Y lo que es más triste es que miles de familias mexicanas se visten con ropa usada proveniente de Estados Unidos que pasa por la aduana de México como si nada. Las autoridades dicen o hacen o no dicen o no hacen, pero el hecho es que en El Salado cada miércoles, desde muy temprano, se pueden encontrar chamarras, pantalones, camisas, playeras y hasta ¡calzones!
Si alguien quiere ir de
shopping por estas fechas y no gastar demasiado por "la cuesta de enero" allí está El Salado.
ps Aunque yo personalmente no se los recomiendo nada de nada ;-)