Llevo varios días pensando en las
new 7 wonders y es que en varias ocasiones me he topado con personas y situaciones que las traen a mi cabeza; y de ahí pasan a la memoria y a la imaginación.
Algunos días me acosté pensando en ellas y a quiénes elegiría, me sentía como una ciudadana entrando a la “democracia internacional”, si es que se puede hablar así. Una democracia en la que tengo el “derecho” a votar por las siete nuevas maravillas del mundo dentro de una lista de veintiuno seleccionadas a discreción de un comité que no conozco.
Las siete maravillas del mundo contemporáneo son un icono que intenta rescatar el simbolismo que representaban las siete antiguas maravillas, desaparecidas casi en su totalidad. De hecho sólo queda la de Egipto...
Y aquí me pregunto: ¿vale la pena elegir unas nuevas
wonders cuando las antiguas están casi destruidas? Seguramente que sí vale la pena, pero no sólo elegirlas para tener ese nuevo símbolo y “cuidar” exclusivamente esas new 7 wonders, sino para aprender de nuestro pasado y cuidar esas siete y las veintiuna y muchas otras que no han sido seleccionadas para participar en este concurso inspirado por Bernard Weber el suizo que se describe a sí mismo como “ciudadano global” y propone rescatar este símbolo de unidad entre las naciones, superando diferencias étnicas y religiosas.
Así estaba yo entre mis pensamientos cuando decidí afrontar el hecho de ejercer mis derechos de “ciudadana del mundo” a través del nuevo e intrincado modo de proceder en la web donde mi firma e identidad se llaman e-mail y en mi caso, más particularmente hablando, gmail.
Decido escribir en el negro teclado de la Dell que tengo frente a mi –y no sin extrañar mi querida mac cuando le había jurado fidelidad-, la dirección del sitio anfitrión de este espectáculo de unidad entre las naciones:
http://www.n7w.com y ahí veo desplegarse frente a mis ojos la
intro que te invita a ser un ciudadano más que vota.
Y frente a las veintiún opciones que tengo decido tomarme unos minutos más para leer sobre cada una de las
wonders; claro que antes me prometí a mi misma no ver el ranking ni platicar con nadie sobre sus opciones para tomar una decisión lo menos influenciada posible.
Y aquí voy, comienzo con la Acrópolis que representa la cultura y la educación; luego la Alambra, símbolo del mundo árabe y que me recuerda algunas canciones.
Paso por Angkar, el místico templo hindú que simboliza la belleza y la santidad; cuando llego a Chichenitza se me enchina la piel porque representa a mi país al que quiero mucho –pero aún me faltan varias por recorrer así que no sé que decidiré todavía-.
Sigo con el Cristo Redentor de Brasil y veo ese imponente símbolo del cristianismo, me parece una buena opción...
Y el Coliseo que me recuerda el último partido que vi de Chivas vs Pumas en CU (Ciudad Universitaria).
Cuando veo la Torre Eiffel me acuerdo de unas fotos que tomé bajo la lluvia con unos "amigos" singulares, y me atrae porque representa el reto y el progreso. Ahora la Muralla China, ¡qué maravilla!, se ve desde el espacio y es la mayor prueba de constancia y perseverancia de la humanidad.
Petra representa al Oriente Medio. El Castillo de Neushwanstein la fantasía y la imaginación propia de los niños tan necesaria ahora para los adultos.
Santa Sofía que me parece una maravilla por sus mosaicos y simbolismo. Kiyomizu Tapinagi de Japón por su pureza y serenidad. El Kremlin y la plaza roja en Rusia con su catedral de san Basilio.
Machi Pichú del mundo Inca en medio de las montañas y entre nubes. Luego Timbuktu, símbolo del conocimiento y las Universidades. The Opera House de Sydney en Australia.
Cuando veo las pirámides de Gizeh creadas para la eternidad y que me recuerdan el mundo de los faraones me entran unas ganas inmensas de navegar por el Nilo.
Finalmente veo la Estatua de la Libertad y el Stonehenge.
Después de hacer un recuento de los participantes me armo de valor para emitir un juicio que puede ser más o menos certero pero que es el mío. He aquí una lista de mi elección, ya más adelante explicaré mis motivos (el orden da igual, el chiste es que son siete):
1. Taj Majal
2. Opera House de Sydney
3. Las pirámides Gizeh
4. La Torre Eiffel
5. La muralla China
6. La catedral de Santa Sofía y
7. El Kremlin y la Plaza Roja de Moscú
Y aquí describo algunas de las razones que me motivaron a hacer esta elección.
Primero pensé en la belleza del Taj Majal, me parece la muestra de amor más grande que tiene la humanidad; un símbolo del arte musulmán en la India. Creo que es super importante que el mundo musulmán esté representado en las
7 wonders para promover más la unidad y la tolerancia entre los pueblos.
Fue construido entre 1631 y 1654 en Agra, India. No sólo se refiere a arquitectura musulmana sino que combina elementos de arquitectura islámica, persa, india y turca. Cuenta con varios edificios y jardines que se riegan con las aguas del río Yamuna.
Luego The Opera House que representa el arte abstracto y el arte moderno. Además creo que simboliza la expresión estética y resalta uno de los trascendentales del hombre: la belleza.
Construida en el siglo XX (1957) por el arquitecto danés Jorn Unzan es una obra única en su estilo que logra combinar armónicamente diseño y técnica dando la impresión de ser las velas de un barco en medio de la mar.
Las pirámides de Gizeh me fascinaron porque “fueron construidas para la inmortalidad y la eternidad” y creo que para eso está también el hombre y me encanta la idea de traerlo a la memoria algunas veces.
Además es la más antigua y la única maravilla que todavía perdura de las Siete Maravillas de Mundo Antiguo. Se estima que su construcción duro aproximadamente 20 años en el 2570 antes de Cristo y fue el edificio más grande del mundo hasta el siglo XIX.
La Torre Eiffel, símbolo de Francia, representa el reto y el progreso. El hombre está llamado precisamente a eso: a superar los retos que le presenta la vida para alcanzar el progreso que significa acercarse a la plenitud de su ser en todos los sentidos.
La muralla Chilla es sencillamente excepcional. El simlpe, hecho de que se pueda ver desde el espacio exterior me parece razón suficiente para portar el nombre que llevarán los integrantes de este “grupo de los 7”.
La Catedral de Santa Sofía que une dos de las religiones y culturas imperantes en el mundo Oriental y Occidental me parece una buena oportunidad para fomentar la unidad y la tolerancia superando las diferencias entre los pueblos, diferencias que llevan ya varios años alimentándose y que parece no tienden a desaparecer…
Finalmente el Kremlin y la Plaza Roja que representan el misticismo de los zares y la unión de dos realidades radicalmente diferentes en la antigua Rusia: el comunismo, representado por la plaza roja; y el cristianismo, representado por la catedral de san Basilio.
El Kremlin se encuentra en el centro de Moscú y actualmente es la residencia del presidente de la Federación Rusa. La Plaza Roja es una de las más grandes del mundo y centro de la Ciudad y toda Rusia.
He aquí las razones de mi elección, perfectamente debatibles pero mías. Ahora espero el 07 del 07 de este 2007 para saber el resultado de esta contienda que está por llegar a su final que representa en realidad sólo el principio.
Me encantaría estar en Lisboa, Portugal para presenciarlo; pero creo que tendré que contentarme con poder saber los resultados a través de mi mac que es mi ventana al mundo.