Amor a primera vista.

¿Quién dijo que la web no es un lugar seguro para entablar buenas relaciones? El día que me decidí a buscarlo pasé por muchos lugares, vi fotografías y a los que pude los conocí personalmente. Algunos me invitaron a "dar la vuelta", pero no encontraba uno que me "atrapara".

Siguieron los días, cada vez lo necesitaba más. Me daba cuenta del bien que me haría tenerlo junto a mi. Opté por buscarlo en la red. No hubo mucho que pensar, fue amor a primera vista. Vi su foto y me prendó. A la semana siguiente ya estaba conmigo.

Fuimos juntos a Querétaro, a Cuernavaca, a Toluca y -en casi una escapada- llegamos a Acapulco... Me escuchaba pacientemente y las conversaciones eran largas (¡como el tráfico de esta Ciudad lo permite!) Nos desvelamos juntos, me escuchó cantar y yo a él. También me vio llorar por la noche, pero en su calor me refugiaba.

Un día me dijeron que le sudaban los pies en la noche, que le pusiera Ting. ¡Bah! ¡Que no exageren! Perdió los zapatos, pero yo ya lo quería... Le compré unos nuevos flamantes, deportivos y re chulos.

Tantas confidencias se las lleva en secreto. Ya no está conmigo, lo extrañaré. "Así son las cosas de este mundo, duran poquito. Por eso hay que disfrutarlas mientras duran y no apegarse a ellas".

A Rojo lo dejé ahí donde lo conocí. Otras conversaciones escuchará, otros viajes tendrá. Pero el tiempo que pasamos juntos nadie me lo quitará. ¡Gracias por permitirnos pasar tantos días y tanto tiempo juntos! ¡Se lo debo a tú generosidad!