viernes, agosto 31, 2007

26 de julio de 2005

Es difícil de explicar,
tanta angustia, tanto mal.
El corazón aprisionado
olvida sus ansias de libertad.

La amargura y la tristeza
se apoderan de ti.
Has perdido el odio,
has perdido el amor.

Si la indiferencia ha tocado a tu puerta
es por dejarte arrastrar.
El sistema acaba contigo,
¿ahora quién eres?

Volver a ser.
La valentía de renunciar a aquello
que te quitó la alegría.
¡Búscate! ¡Encuéntrate!

Perder el miedo a luchar,
por aquello que pide tu corazón,
es recuperar la fuerzas
para volver a vivir.


1 comentario:

Rodolfo de Habsburgo dijo...

Dios... no se porque la coincidencia, o porque encontre esto justo hoy, justo ahora. Acabas de describir, y no tengo palabras para expresar de que forma, lo que siento ahorita. Antes sufría por sentir de más... ahora, ya no sufro, pero me preocupa en cierta medida... no sentir. No se cmo describirlo: como una tranquilidad seca, una tranquilidad que ni siquiera se basa en el haber hecho algo bueno o cumplido con el deber, una tranquilidad que no tiene fundamento. Por otro lado pienso, ¿es normal? Después de tanto sentir, ahora que ya no tengo porq o que ya veo la vida con más "filosofía," me sentiré raro por no sentir? Esa será mi preocupación? Será un estado permanente o sólo una fase? No se, y ya ni siquiera me desespera no saber. En fin. Excelente entrada. Saludos!